jueves, 26 de mayo de 2011

Desierto Urbano en el BAR LA BOHEMIA con CANTINARTE, dentro del marco de las Fistas del Pitic 2011









UN LUGAR POR DEMÁS BOHEMIO

REPORTERO: IVÁN ORTEGA ARGAIN. FECHA: 18 MAYO 2011.

En un lugar oculto para los que conocen poco de cantinas en Hermosillo, ahí se encuentra La Bohemia, anclada por más de 100 años en el corazón del centro Histórico de la ciudad, un lugar que ha sobrevivido al paso del tiempo, dueños y dos reubicaciones en la misma área.

La Bohemia inicia el 28 de mayo de 1908, cuando Pedro Miranda decide instalar una cantina en el lugar donde ahora se encuentra la Plaza Alonso Vidal o la antigua Plaza de la Bandera, la novedad en ese entonces -y seguramente seguiría siendo bastante peculiar hoy en día-, era que esta cantina contaba con una mesa de boliche, tal como lo explicó el actual dueño de La Bohemia, Rodolfo Ontiveros Chávez. “Ahí tenía el boliche, donde los pinos se paraban manualmente, había chamacos en el fondo de la pista de boliche que se dedicaba a parar los pinos cuando los derribaran”, comentó.

Al formar parte La Bohemia de una tercera parte de lo que tiene de vida Hermosillo, se explica el porqué en sus paredes cuelgan los vestigios de esa historia a través de fotografías que plasman una ciudad bastante diferente a la que conocemos hoy, remontándonos con ello, hacia aquel Hermosillo que cada vez son menos los que lo conocen tal y como fue durante el transcurso del siglo pasado. “Otras de las cosas que actualmente se conserva en La Bohemia, es la contrabarra, es una placa de mármol traída de Europa, que sirve de mesa de contrabarra, la misma que está desde 1908”, así lo señaló quien se encuentra al frente de esta tradicional cantina.

“Yo la agarré esta cantina en el 2005, pero yo venía aquí desde 1966 a este mismo lugar”, tal y como lo recordó Rodolfo Ontiveros, quien explica que su inquietud por adquirir La Bohemia, vino por su gusto por lo antiguo, y por lo tanto, la necesidad de conservar lo tradicional, motivo por el cual, a pesar de tener la opción de cambiarle el nombre, optó por continuar con La Bohemia, pues tal y como lo explica, es por ello que un gran número de sus clientes, ya cuentan con más de 60 años. “Gilberto Figueroa viene en silla de ruedas, antiguo empleado del Banco de México, aquí a unas cuadras, venía todos los días y a la fecha, viene a las 2 de la tarde y va máximo a las 5, viene en taxi. Y otra cliente se llama Manuel Ulloa, que tiene 70 años acudiendo a este local, desde que estaba allá en la Plaza de la Bandera”, así lo comenta con orgullo Rodolfo Ontiveros.

Debido a su ubicación, burócratas de todos los niveles han acudido a La Bohemia en busca de la bebida que pudo mitigar el calor de Hermosillo. “Han pasado por aquí diputados, gobernadores, presidentes municipales que han venido a refrescarse tranquilamente por aquí. La mayoría gente trabajadora, burócratas por la ubicación y muchos abogados, precisamente porque los juzgados se encontraban muy cercanos, entonces, al terminar sus gestiones se venían por aquí a atender a sus clientes o viceversa”. Incluso, señala Rodolfo Ontiveros, hasta la fecha continúan acudiendo personalidades de la política.

Hoy en día Rodolfo Ontiveros, así como el gremio de bares y restaurantes, busca que al igual que en el resto de país y del mundo, el Centro Histórico de Hermosillo sea accesible para ubicarse ahí, precisamente negocios de esta naturaleza, pues con ello, se estaría incentivando tanto al turismo como a la recreación de los hermosillenses. “Quitarnos un poco el tabú de que la cantina es un lugar de desorden, quitarnos la idea de que la cantina es un lugar de malandros, la idea es que la cantina, como en muchas partes del mundo, ha sido un lugar de intelectuales, de poetas, de pintores, de gente de bien, que le gusta refrescarse, convivir con los amigos, jugar dominó, sin que tomar cerveza signifique vicio o maldad”, así lo comentó el dueño de La Bohemia, al tiempo que señalaba con su mano, la tranquilidad que se puede apreciar dentro de esta cantina.

Con un vaso de cerveza High Life en mano, Rodolfo Ontiveros se despide haciendo una atenta invitación a los hermosillenses, para que visiten esta cantina, un lugar por demás bohemio. “La Bohemia, por su ubicación, por su tradición, creo yo, que va a seguir existiendo siempre… Voy a irme primero yo que La Bohemia”, finalizó.


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